Este artículo tiene como objetivo identi car las oportunidades y retos de la ecología digital, en el contexto de un nuevo concepto como es el de la sabiduría digital. Para ello se hace un recorrido histórico del papel de las tecnologías para comprender su contribución en la transformación de la ecología cultural de las sociedades. Asimismo, se realiza una tipología relativa a la adopción de innovaciones. Se concluye nalmente que la sabiduría digital es determinante en el imaginario de la cuarta revolución industrial.
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Aniversario 50 de la introducción del concepto de Ecología de Medios
Este año (2018) –nos recuerda Lance Strate– se cumple el 50 aniversario de la introducción del concepto de Ecología de los Medios que desarrolló el académico, teórico de los medios, y crítico de la cultura, el doctor Neil Postman.
El 29 de noviembre de 1968, en la 58ª (quincuagésima octava) reunión anual del Consejo Nacional de Maestros de Inglés, celebrada en Milwaukee, Wisonsin, Neil Postman pronunció un discurso titulado “Creciendo de forma relevante” como parte de una sesión del programa titulada “Ecología de los medios: el inglés del futuro”. Esta charla sería publicada más tarde como un capítulo del libro, High School 1980: La forma del futuro en la educación secundaria estadounidense, editado por Alvin C. Eurich, en el que apareció bajo el título: “La reforma al plan de estudios de inglés”. (Postman, 1970)
En el referido evento del 68, Postman escuchaba a los maestros de inglés discutir sobre lo que sería la enseñanza del idioma inglés en los 70s y 80s, quienes debatían concretamente sobre los siguientes aspectos:
si el planeta sería apto para la vida humana en los años 70s y 80s;
si podrían dejar de existir las escuelas, tal y como se conocían hasta entonces;
si las escuelas aún requerirían de los servicios de los maestros
Postman agregaba irónicamente a esta discusión, si seguiría siendo relevante la enseñanza del inglés, porque los niños de aquel tiempo no mostraban interés por la materia, y además –él pensaba– que el inglés aportaría poco valor para las personas que vivirían en los 70s, 80s, 90s y más allá (p. 160). La justificación de Postman para esta idea tan polémicas era igualmente interesante. El inglés fue útil para comprender los medios de comunicación o lo que fluía a través de ellos. Específicamente cuando estos medios se limitaban en gran medida a formas tales como novelas, poemas y ensayos, el manejo del idioma tenía algún sentido. Sin embargo, ese ya no era el caso porque los medios habían evolucionado y con ellos el entorno que se volvería más complejo y dinámico.
Fue entonces que Postman propuso el término Media Ecology o Ecología de los Medios como una alternativa al problema de la enseñanza del inglés. Este concepto se centraría en el estudio de la interacción entre personas y sus tecnologías de comunicación. La Ecología de los Medios examinaría la cuestión de cómo los medios o tecnologías de comunicación afectan la percepción, el entendimiento, el sentimiento y el valor humano; y cómo nuestra interacción con los medios facilitaría o impediría nuestras posibilidades de supervivencia (p. 161).
La palabra ecología –señala Postman– implica el estudio de los entornos o ambientes. La Ecología de los Medios comprende el estudio de las estructuras, contenidos e impactos (de los medios) en las personas. Un entorno o ambiente mediático es, después de todo, un complejo sistema de mensajes que impone a los seres humanos ciertas formas de pensar, sentir y comportarse (p. 161).
Estructura lo que podemos ver y decir y, por lo tanto, hacer;
Nos asigna roles e insiste en que los desempeñemos;
Especifica lo que tenemos permitido hacer y lo que no. A veces, como en el caso de una sala del tribunal, un aula u oficina de negocios, las especificaciones son explícitas y formales.
En el caso de entornos mediáticos (libros, radio, películas, televisión, etc.), las especificaciones son por lo general implícitas e informales, medio ocultas por nuestra suposición de que con lo que estamos tratando no es un entorno sino simplemente máquinas (p. 161). Los ecologistas de los medios siempre hacen preguntas que tienen que ver con nuestras posibilidades de supervivencia y con la preparación intelectualy emocional para los medios. Se pretende cuestionarse sobre el tipo de entorno al que se ingresa cuando se habla por teléfono, se ve la televisión o se lee un libro, ¿qué aspectos de la realidad aísla y amplifica? ¿qué sesgos espaciales existen? ¿qué sesgos temporales? La Ecología de los Medios es necesaria -señalaba Postman– porque tiene que ver con el futuro y lo desconocido. Se trata de un instrumento invaluable para ayudar a los más jóvenes a entender lo incierto de un entorno y prepaparlos para el cambio. Para Postman el profesor del futuro tendría que orientarse hacia los problemas del futuro, desarrollar sus habilidades de escucha, más que de habla; enfocarse en las preguntas, más que en las respuestas; centrarse más en la recompensa, en lugar de la prueba; y manterner una actitud abierta. El trabajo del nuevo profesor, consistiría en el diseño de ambientes en el que los estudiantes puedan aprender a realizar las preguntas adecuadas (relevantes), para que posteriormente puedan inventar métodos robustos para encontrar respuestas a esas preguntas. El profesor y el nuevo estudiante tendría que ser comptente en el uso de las diversas tecnologías de comunicación.
Un estudioso de la Ecología de los Medios exploraría –por ejemplo- la forma, el significado y el impacto del lenguaje verbal y no verbal; de qué manera la perspectiva y actitud de las nuevas generaciones difiere de las viejas generaciones en temas como la política, las drogas, el sexo, y el trabajo; ¿Qué clase de evidencia sería aceptable? ¿Qué métodos podrían ser utilizados para obtener esa evidencia? y ¿Qué formas serían las correctas para la comunicación entre jóvenes y adultos? (p. 166). Estas preguntas, desde la perspectiva de Postman podrían llevar al estudiante de la Ecología de los Medios a la producción de un serie de televisión o un programa de radio o un cortometraje o largometraje, o incluso la publicación de un libro. Con preguntas como las anteriores, podrían los estudiantes generar nuevas e interesantes interrogantes que ayuden a comprender mejor el futuro, y las consecuencias de un cambio tecnológico y los nuevos medios que se presentan. Por ejemplo, ¿aumentarán los matrimonios? ¿habrá mayor participación de la gente en las elecciones? ¿participarán más activamente en un religión? ¿las naciones seguirán existiendo? ¿habrá un estado de derecho? Estas preguntas presuponen que los estudiosos del tema (los ecologistas de los medios) habrán dedicado tiempo suficiente a explorar qué valores y símbolos necesitan ser preservados y cuáles otros deben ser olvidados, y cómo podrían resolver los inminentes problemas de un futuro incierto, mediante un paradójico análisis histórico.
Esta propuesta tiene también mucho que ver con Korzybski y la Semántica General o General Semantics. En 1974, Postman pronunció otro discurso titulado “Ecología de los medios: semántica general en el tercer milenio”, en el que hizo un fuerte hincapié sobre el vínculo entre los dos conceptos (ecología de medios y semántica general), porque él consideraba que estaban entrelazados o interrelacionados. En esa ocasión, Postman habló sobre Alfred Korzybski y su mapa dinámico de de la subestructura de la vida simbólica. Al respecto Postman comentó que un grupo de académicos, de la Universidad de Nueva York había intentado ampliar el mapa para incluir más territorio –haciendo referencia a la famosa frase de Korzybski “el mapa no es el territorio”– así creían que estaban dando una nueva dirección a la Semántica General, añadiendo el poder de contribuir a la comprensión del mundo tecnológico en el que vivimos (Postman, 1974).
Según Postman, Korzybski comenzó su trabajo sobre Semántica General al suponer “correctamente” que las personas piensan y sienten a través del lenguaje (p. 75) y que la calidad de sus pensamientos y sentimientos no está controlada por palabras, sino por las características estructurales del lenguaje que utilizan. Lo que es importante en el proceso de comunicar es el sistema oculto que genera lo que solemos llamar “mensajes”. Desde la perspectiva de Postman, en cada tecnología que utilizamos hay siempre una idea (o filosofía). Toda tecnología tiene un sesgo. Por ejemplo, asegura Postman (1998):
“La persona que vive en el entorno escrito favorece la organización lógica y el análisis sistemático, no los proverbios. La persona en el entorno telegráfico valora la velocidad, no la introspección. La persona en el entorno televisivo valora la inmediatez, no la historia. Y las personas en el entorno informático valoran la información, no el conocimiento, y ciertamente no la sabiduría “.
Para Neil Postman, esta idea es exactamente lo que Marshall McLuhan quiso decir cuando acuñó la famosa frase: “El medio es el mensaje”. Hoy, por ejemplo, Internet ha alterado nuevamente el mundo en que vivimos. Probablemente, desde la revolución industrial no habíamos visto cambios tan profundos en la forma en que trabajamos, compramos, recibimos noticias, y hacemos negocios. Mensajes fluyen a través de las múltiples plataformas en Internet, pero es el propio medio el que tiene el mayor poder de transformación.
Korzybski no vio que medios como la escritura, la imprenta, la radio o el cine debían considerarse idiomas que influyen en la percepción y los valores de una época histórica, decía Postman (Postman, 1974, p. 76). Cuando señalaba medios como la radio y las películas, él (Korzybski) hablaba sobre el contenido de estos medios, no sobre su estructura. No percibía a los medios como entornos estructurados. Para Postman, resulta interesante el caso de las matemáticas modernas que no pudieron construirse sobre la notación romana. El uso de lápiz y papel era muy importante para los niños que hacían su aritmética, porque el principio de notación posicional presupone un sistema de escritura que hará visible la estructura. Korzybski no hizo distinción entre discurso y escritura. Sin embargo, él mismo formula el principio de no adición, es decir, cuando se agrega un nuevo factor a un entorno, no se tiene el entorno anterior más el nuevo factor, sino un entorno completamente diferente.
La ecología de los medios (Media Ecology) es claramente la semántica general (General Semantics). Comienza con la suposición de que las personas piensan y sienten no solo en y a través del lenguaje, sino en todos los medios que amplían, amplifican y transforman nuestros sentidos. Lo que es importante para comprender estos procesos no está tanto el contenido de los medios de comunicación sino en las formas en que se estructuran nuestras transacciones con ello (p.76). Cada tecnología mejora una acción y tiene inherentemente un nuevo concepto del entorno. En realidad, no hay neutralidad tecnológica en la operación. La idea de que la tecnología no puede ser buena o mala está profundamente arraigada en algunos críticos del determinismo tecnológico, hay otros teóricos que señalan que su uso es imposible sin considerar algún tipo de influencia, juicio o sesgo. Precisamente Jacques Ellul fue uno de estos teóricos que rechazó enérgicamente la idea de la neutralidad tecnológica. Sin importar cómo se use la tecnología, siempre tendrá un cierto número de consecuencias positivas o negativas, decía Jaques Ellul (1990). El desarrollo tecnológico no puede ser descrito simplemente como positivo, ni negativo, ni neutral; Pero nuestros propios sistemas y entornos tecnológicos siempre nos condicionarán.
Jerry Mander señaló en 1978 que la humanidad no había comprendido que en cada tecnología, una ideología o filosofía se adhiriera a su propia forma y estructura. (Mander 1978, p.350). En este sentido, se puede decir que las tecnologías sirven como una especie de visor que determina nuestra perspectiva del mundo. En general, los usos que pueden otorgarse a una tecnología siempre están determinados por su propia estructura. Por ejemplo, la lectura de un libro crea siempre un espacio cerrado en la que se suspende todo el interés en el entorno o en la periferia para concentrarse únicamente en lo que se lee. Postamn asguraba que en la competencia de los medios por la atención de los públicos, lo impreso estaría siempre por encima del discurso (Postman, 1974, p. 77). Lo mismo sucede con el teléfono, siempre gana mayor atención que cualquier otro medio en casi todos los contextos. El propio acto del amor puede terminar en un instante debido a una llamada telefónica. Por tal razón –sugiere Postman– una persona debe cuestionarse ¿Cómo la estructura de un medio ocupa nuestra mente? ¿Cómo se entromete, limita, expande o incluso distorsiona nuestra conciencia?
Si un medio de comunicación se define como un ambiente, y un ambiente se define como un sistema mediante el cual el ser humano establece una continuidad predecible en la vida, entonces el medio incluye más que lenguaje y tecnología. El medio incluye también lo que comúnmente denominamos ambientes sociales. Un salón de clases, un restaurante, una iglesia, el lobby de un hotel, y una oficina de negocios, son ejemplos de ambientes sociales. Cada uno de estos espacios para la congregación humana son en realidad un sistema complejo de mensajes cuya estructura impone ciertas formas de pensar, sentir y comportar. Korzybsky, en Ciencia y Sanidad (2000), comenta que el sistema evaluativo individual de cada persona es influido por un sistema más grande (ambiente) del que forma parte. Por ejemplo, una conversación que tiene lugar en un elevador es limitada por el tiempo que dure el traslado de un piso a otro, y eso determina el tipo de contenido que fluye en ese ambiente. Dos extraños que coinciden en el elevador, podrán conversar sobre el clima, o sobre la misma eficiencia del medio (elevador), pero difícilmente lo harán sobre la familia o sobre el propósito de la salida, pues los dos saben que el tiempo que tienen para conlcuir su conversación no es suficiente. Lo que a menudo sucede es que se evita el contacto visual. El tiempo, el espacio y la posición condicionan el comportamiento en este ambiente. De igual forma, una persona que está sentada se expresa y percibe de forma distinta a la persona que está de pie. La primera crea un sistema cerrado con límites extremademente definidos. La segunda persona contribuye a la generación de un ambiente más fluido que fomenta en gran medida actitudes igualitarias.
La ecología de medios, en resumen, explora los sesgos temporales, espaciales, sensoriales, corporales, de rol y abstración en un entorno. Estudia los medios como ambientes. El lenguaje, la prensa, la radio, la televisión o el elevador; cualquier medio crea un ambiente oculto en el que se define cómo las personas deben conducirse, y esto debe ser sujeto de análisis.
Referencias
– Ellul, J. (1990). The Technological Bluff. Michigan: W.B. Eerdmans
– Korzybsky, A. (2000). Science and Sanity: An Introduction to Non-Aristotelian Systems and General Semantics. New York: Institute of General Semantics (2a. impresión)
– Mander, J. (1978). Four Arguments for the Elimination of Television. New York: Quill.
– Postman, N. (1968, November 29) Growing up relevant. Discurso pronunciado en la 58 convención anual del Consejo Nacional de Profesores de Inglés en Milwakee, WI.
– Postman, N. (1974) Media ecology: General semantics in the third millennium. General Semantics. Boletín, 41.
– Postman, N. (1992). Technopoly: The Surrender of Culture to Technology. New York: Vintage Books
– Postman, N. (1998, March 27). Five things we need to know about technological change. Recuperado 27 de marzo de 2004 en: http://www.technodystopia.org/
– Strate, L. (2017). Media Ecology: An Approach to Understanding the Human Condition. New York: Peter Lang
Internet en la reconfiguración de la Infósfera(1)
Una aproximación a la nueva ecología mediática
Por Fernando Gutiérrez
Recientemente me he dedicado a explorar la organización y estructura de los complejos ambientes mediáticos en México. Y como en otros países observo que aparece una nueva ecología mediática que es producto de la introducción y desarrollo de algunas importantes tecnologías de comunicación que han reconfigurado la infosfera y han contribuido en la formación de nuevas sociedades con características particulares que difieren de la cultura general. Internet, es un claro ejemplo de esto. Este nuevo medio ha alterado el entorno y ha redefinido muchas de las actividades tradicionales de la sociedad.
En términos de los investigadores Jay D. Bolter y Richard Grusin, Internet es un nuevo remediador. Este medio retoma lo mejor de los medios que le antecedieron y lo proyecta con consecuencias imprevisibles. En este caso se cumple lo que Marshall McLuhan señalaba hace más de 50 años: cuando un nuevo medio se crea los antecesores se convierten en el fondo y el nuevo medio en la figura. Una interesante lectura de su famosa frase “el medio es el mensaje”.
Cabe señalar que en la historia de la comunicación masiva, casi ningún nuevo medio ha convertido en obsoleto al anterior. Contrario a las predicciones que se acostumbran realizar cada vez que aparece un nuevo medio en el entorno.
La fotografía se suponía que terminaría con la pintura
El cine se suponía que terminaría con la novela
La radio se suponía que terminaría con los periódicos
La televisión se suponía que terminaría con el cine y con la radio
Lo que realmente sucede es que el nuevo medio cambia a su predecesor, pero no lo reemplaza. El nuevo medio también extiende las capacidades de los medios que le anteceden. Bajo la óptica de McLuhan, los nuevos medios también son extensiones de los medios tradicionales.